Un blog en el que intento juntar palabras para decir cosas, normalmente insustanciales.

11/4/12

Algunas tuentiterías (más) que no tolero

Un poco hablando de la utilización del lenguaje y su transcripción fonética como nos da la gana es a lo que hace alusión el título de este postoEl fin del ser humano en este mundo nuestro no es demostrar -sobre todo en el fin de sus días-, si es o no, bueno por naturaleza. Su cometido como persona es simplemente aprender desde el momento justo de nacer, desde ese instante en el que es capaz de respirar con el primer aliento, a economizar todo lo economizable. Del alimento hasta el movimiento, pasando por el tiempo y el espacio, la energía y los recursos, etc., y por supuesto esa balanza que en un lado pone el trabajo y en el otro el dinero -capitalismos señores y señoras-. Este concepto de economizar podríamos asociarlo a la eficacia, o lo que yo llamo hacer más con menos; y a la eficiencia, que es lo mismo que hacer más y mejor.
Ya hace tiempo, desde que escribimos shorts messages service (SMS), que también economizamos el lenguaje escrito para por ejemplo encajar en un envío con caracteres limitados todo aquello que queremos decir, y un poquito más si se puede. A mi la adolescencia también me transformó y no me refiero solo a los cambios pubertosos -hice mis pinitos con las cassettes de las Spice Girls-. Reconozco que  también caí en la trampa quinceañera de poner mini abreviaturas, y es que tanto apego le cogimos a lo mínimo que hasta me corté el pelo de una manera como diría yo, muy escueta -y vergonzosa, hasta ahí puedo contar porque es de las únicas cosas que me arrepiento en mi vida, eso y lo de bailar aunque solo haya sido una vez, La Macarena-. Mi teoría es que el origen de todo reside en las pegatinas esas que venían en los bollycaos; el lema siempre empezaba por toi, y luego ya pues se nota que se olían que se iba a desarrollar una generación abundantemente de ninis y  redondeaban el mensaje con cansao, dormio, y cosas por el estilo.

El ritual de iniciación de todo jovenzuel@ en la escritura de moda comenzaba por normalizar en la transcripción de textos el xq (porqué), a partir de ahí todo entrenamiento; como cuando en Primaria subías de fase y empezabas a hacerte la molona, pasando de escribir la letra a como siempre lo habías hecho; despreciabas ese círculo graciosete con rabito para empezar a practicar con esta tipografía que veis aquí mismo en este texto, y transformábamos completamente el aspecto de la p. Es curioso, solo lo hacíamos las chicas, para ellos debía ser muy cursi este modelo tipográfico que es el que hoy en día está más mecanizado y estandarizado en todos los soportes a los que diariamente nos exponemos -¡Ay! hombres siempre un paso por detrás...-.
Pero todo este lío no hizo más que empezar, y ¡gracias! porque sino a ver quien era capaz de coger los apuntes en la facultad a una velocidad superior a los 120 fernadosalonsos por minuto.
Hay que decir que cada cual personaliza un estilo diferente. Yo por ejemplo soy mucho de usar kk para referirme a -no penséis en mierda- la palabra característica. También he adoptado la costumbre de poner el símbolo este, >, al final de palabras que terminan en -mente y así sustituir este inservible sufijo.

Luego ya vino internet, y todo ese lenguaje reducido y a veces encriptado lo teníamos tan asimilado que éramos incapaces de desacernos de él, porque aunque bien es sabido que un e-mail -esa herramienta que precedía al uso de las redes sociales- no te limita, parece feo no usar este código que tanto tiempo y esfuerzo te ha costado construir a partir de los mensajes de móvil (x, n, l, ok),

Y hallada me encuentro en el meollo de la cuestión, en el terreno fandandoso, ese que a mi me gusta, porque básicamente es para meterme un poquito más con las tuentiterías, esas extrañas KK (características)  que califican y describen a sus usuari@s -entre los que no nos olvidemos también me encuentro, que una tontaina no lo es porque sí, hay razones de peso como tener una cuenta de tuenti-. 

Puedo resumir cuales son esas abreviaturas tuentiteras que detesto -aunque quizá detesto más que se haya contagiado ese afán meloso a todos los tipos de comunicación posibles-, que son pocas pero dañinas, y yo que soy muy hipocondríaca, pues me pongo enferma:
esas expresiones tuentiteas que no tolero fácilmente son  tkm, xd, exar de- :), (:, muak
Confieso que alguna vez por hacerme la tuentipersona y no quedar excluida de ese azucarado y exclusivo mundo, he usado alguna de estas minipalabras; pero por lo que no paso ni escribiendo ni leyendo es por el ains. Su espíritu blandiblú me provoca directamente una insaciable necesidad de chute de morfina para que no me duela, sobre todo la garganta; porque es verlo y ponerme a chillar como una loca. 

Si quieres saber más sobre todo aquello de la esfera tuentitera que me produce tantas nauseas como un día de resaca, igual te interesa leer

http://deqhablamoscuandohablamosde.blogspot.com.es/2012/04/nonerias-y-pijadas-las-justas.html
http://deqhablamoscuandohablamosde.blogspot.com.es/2012/01/nonerias-las-justas.html

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