¿Cómo es eso que dicen que el afectado o interesado es el último que se entera? Pues eso, que yo no es que me haya enterado por ahí, y que algún@ valiente me haya confesado -maquillando como siempre la realidad- qué se dice por ahí de la moi; yo directamente me he dado cuenta sola, sin ningún tipo de ayuda externa y después de mucho tiempo -mi madre dice que unos 27 años que es lo que vengo teniendo-.
¿De qué me he coscado a estas alturas de la vida? Pues que nada más que invento tonterías. No puedo remediarlo, es ponerme a pensar y solo divago sobre estupideces en mi mente; soy como la Marie Curie de las mamarrachadas. Por ejemplo, llevo un par de días dándole la vuelta a una idea, me ha surgido una duda vital de esas que provocan angustia, sollozos y escalofríos -la gente se ha quedado en el obsoleto ¿dónde venimos?, ¿quienes somos?, ¿a donde vamos?, pero yo voy más allá, y casi casi al más allá-; y es que no me digáis que los tirantes transparentes de los sostenes -esos de silicona- no consiguen el efecto contrario al que se proponen. ¡Por favor, si en vez de embellecer, algunas parecen tener dos cicatrices lineales a cada hombro!.
De mamarrachadas incoherentes está lleno mi mundo. Siempre he tenido inquietudes y aspiraciones intelectuales como beber una pinta del tirón sin poner esta cara, practicar culturismo o formar parte de la RAE (Real Academia de la Lengua Española), pero como no me lo permiten igual que la entrada al Decathlon de Camas -una larga historia de desencuentros anormales que algún día intentaré relatar con total fidelidad-, me empiezo a crear mi propio vocabulario, mi propia guía y praxis de mi particular castellano y mi propio libro de estilo:
¿De qué me he coscado a estas alturas de la vida? Pues que nada más que invento tonterías. No puedo remediarlo, es ponerme a pensar y solo divago sobre estupideces en mi mente; soy como la Marie Curie de las mamarrachadas. Por ejemplo, llevo un par de días dándole la vuelta a una idea, me ha surgido una duda vital de esas que provocan angustia, sollozos y escalofríos -la gente se ha quedado en el obsoleto ¿dónde venimos?, ¿quienes somos?, ¿a donde vamos?, pero yo voy más allá, y casi casi al más allá-; y es que no me digáis que los tirantes transparentes de los sostenes -esos de silicona- no consiguen el efecto contrario al que se proponen. ¡Por favor, si en vez de embellecer, algunas parecen tener dos cicatrices lineales a cada hombro!.
De mamarrachadas incoherentes está lleno mi mundo. Siempre he tenido inquietudes y aspiraciones intelectuales como beber una pinta del tirón sin poner esta cara, practicar culturismo o formar parte de la RAE (Real Academia de la Lengua Española), pero como no me lo permiten igual que la entrada al Decathlon de Camas -una larga historia de desencuentros anormales que algún día intentaré relatar con total fidelidad-, me empiezo a crear mi propio vocabulario, mi propia guía y praxis de mi particular castellano y mi propio libro de estilo:
APORTACIÓN A MI LÉXICO Nº1: si todas las abuelas se toman licencias fonéticas para denominar cosas yo también. Así que si cuando la mia grandma dice menudo y se está refiriendo a menú, para mí a partir de ya, posto va a ser como llamaré a un post o entrada -es que italianizado suena mejor-.Soy autodidacta, ya ven; no necesito usar palabras como paupérrimo, con un simple POBRECITA LA MUCHACHA, LO TONTA QUE ESTÁ me conformo.
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