Seguro que os ha pasado alguna vez, eso de que
ante un concepto, una persona o un acontecimiento se os queda la cara de póker –básicamente quería llegar a eso pero a mí me gusta adornar todo aquello de poca calidad y poca cantidad,
soy así de fan de la nouvelle cousine–
y el cuerpo como el de chiquito, ¿comorlrlrl?
–nunca sé como se transcribe este sonido–. Si amig@s, fieles seguidores, una postura así como de posición fetal pero al
revés, como si un signo de interrogación hubiera nacido en tu culo, hubiera
trepado por tu tronco y se hubiera asentado en el último pelo de tu coronilla.
Y toda esta parábola para decir que hay cosas incompresibles para según qué cerebros; ¡el
de Messi! exclamaréis, no almas retorcidas, esto va a un nivel superior, me
refiero al mío, un claro ejemplo de mente privilegiada digna de un reconocimiento Stephen Hawking, un galardón Lisbeth Salander o una mención Sara Montiel. Pese a lo que se pueda deducir hay cantidad de
conocimientos que escapan a las zarpas –tijeras– de mis neuronas. Esta mente mía que puede
pensar y pensar y no concluir nada, tiene pendiente cuestiones que, nunca mejor dicho, le traen de cabeza.
Son complicaciones que incluso me quitan más sueño que otros enigmáticos mundos
como el de la física cuántica o la aeronáutica, si hay o no vida en el planeta Marte, el Gin-tonic o el Whisky-cola, arreglada o informal, ¿qué es lo que quiere decir el chino majo que vende paraguas a la salida del metro, si pal agua como acción de para el agua, o palagua como artilugio protector de lluvia pero pronunciado en chino?, ¿volvió E.T. a casa?...
Así para que asimiléis nuevos conceptos de bote pronto, os presento mi clasificación, muy esquemática y masticadita –que ya estamos en confianza y tod@s hemos aceptado las fatales secuelas de la LOGSE–, de cosas que no comprendo:
Por qué lo llaman democracia y no lo es
Cuchillas masculinas vs. Cuchillas
femeninas
Las cosas buenas engordan
La rápida ascendencia del polar Quechua
como prenda fetiche y polivalente
El puto hielo que siempre cae boca arriba
El nobel de la paz de Obama
El pelo (melena) de Hilario Pino
Fernando Arrabal, como ¿ser?
La Duquesa de Alba como persona, como
concepto, como hablante y como farandulera
Alonso, el hijo de Gonzalo –si lo conoces, el de Águila Roja–
Shakira como castellano-parlante y como culé.
Mario Vaquerizo, como todo, pero en especial
como marido de Alaska.
Paquirrín, también como todo, pero sobre todo como hermano de Cayetano
Por supuesto que hay muchas más, pero como este blog está abierto al debate, engordemos la lista de cosas incomprensibles...